28.2.25

Irreconocimiento

No me puedes definir

Aunque crees conocerme más que nadie
Mi iridiscencia te sonó a fierros chocando
Y callé para que hablaras con tu espejo
Al fin y al cabo eras feliz escuchándote

Guardé mis relámpagos en el cuello
Inflé mis mejillas para no lanzar torbellinos
Apagué la oscuridad para no encandilarte
Guarde en la hielera el ardor emborrachado
Así fue que solo viste arreboles dosificados
Ramas florecientes del bonsái
Locura metodológica

Pero no viste mis dudas refulgentes
Mis esperanzas saltando sobre el fogón
Y mis sueños recorriendo marejadas

Nunca te quemaste conmigo
Ni te diluiste con mis volcanes
Aunque crees conocerme
Cuando intentes definirme
Verás que solo supiste
De piel, sangre y huesos
Para ti fui un buen tipo
Gasolina sin chispa
La cara correcta
De lo inexpugnable
Desierto mudo y suave
Que calentaba cuando no podía arder

Es mejor así
Quédate con mi reflejo en tu cabeza
No preguntes sobre lo salvaje
Sobre el color indómito de mis ojos
O las tormentas en mis sienes oceánicas
Confórmate con los ecos de todo esto

Es tarde
Ya no te sirve averiguar
Sobre la vastedad que existe
Detrás del cerco que conociste en mí

16.2.25

Cansancio

A veces se hace preciso
Que no me pidan una mano o una oreja
Sino un empujón a lo desconocido
Conversaciones de libros escondidos
Hacernos spoilers de las vidas nuestras
Animarnos a mirar lo profundo sin miedo
Dejar de aprender por estar enseñando
Temerle más al sofá y al tedio
Compartir la urgencia del entusiasmo
Y las ganas explosivas de no permanecer
para siempre en círculos caminando

Quizás sea necesario
Que me contagien de claustrofobia
para salir a vivir más seguido
Ponernos sal y limón en las heridas 
para sentirlas, sufrirlas y seguir adelante
Que nos lancemos de boca al vacío
porque es la única manera de volar
Que me hagas sentir, por una vez, llevado
a leer geoglifos en tu pecho amazónico
Se hace preciso dejar de guiar
Tener alguien a quien admirar

11.2.25

Sinestia

Cada uno con su propia vida 

Somos cuerpos tibios sin destino 

viajando en un ahora desgreñado 

Sin saber nada sobre el otro 

La vida lee a ritmo pausado 

Tu aquí y yo allá  

Era correcto no conocernos 

No vimos el peligro de estar cerca 

La piel suele ser traicionera 


Pero un día, o quizás un siglo 

(Definir es tan subjetivo) 

Nos notamos a lo lejos 

Cada uno caminando por su cuenta 

La noche estaba iluminada 

Éramos jóvenes borrachos a destiempo. 


Cuando reaccionamos 

Ya íbamos uno contra el otro  

Vertiginosos puentes ahí arriba 

Nos miramos en un tiempo sin segundos 

Derretidos nos fundimos 

Respiración mezclada 


Ocurrió lo imposible 

Fuimos uno  

Ebullición 

Vapor  

Pasión  

Estertor 

Intensidad 

En un instante infinito 


Y nos enfriamos 


Nuestra gravedad nos volvió a separar 

Ahora ya somos dos 

Nuevamente 

Pero no somos los mismos 

Nunca más nos olvidamos 

Y acá estamos 

En esta especie de presente 

Nunca volvimos a fundirnos 

Pero siempre nos acompañamos 


Cada uno con su propia vida 

Somos cuerpos tibios sin destino 

viajando en un ahora desgreñado 

con el corazón entrelazado 

5.2.25

Albedrío

Te fuiste pero no te vas,  

te quedas pero no estuviste. 

Tu vacío te precedió 

antes de ver tu desnudez verdadera,  

la de adentro,  

la de tu olvido aparentando desamor. 

Y acá afuera estoy aprendiendo a extrañar,  

esperando que te desvanezcas  

antes que un "te necesito" mío  

te golpee directo en el rostro. 

El tiempo olvida así que lo detuve, 

así puedes llorarme a lo ojos siempre y ahora. 

Tus días sin amor, sin calor de piel, 

que para mí sí fueron ardor y cariño. 

Pero tú, ignorante, no podrás darte cuenta 

de esta pequeña supernova que llevo dentro 

Te destrozaría si la miras a los ojos 

¿Tu me juzgas?  

Mírate. 

Tanto albedrío como un mosquito. 

Te dejé mirar acá adentro  

sin que te dieras cuenta, 

porque aún cuando no cierras los ojos, 

te enfrentas a ese vacío sin fe 

que tienes cuando se apagan los ruidos. 

Tampoco soy mucho mejor. 

Por cobarde,

Te dejé hurgar en mis dolores sin gritar. 

Callado por no evitarte, victimaria. 

Acabé entre los tallos del pantano. 

Te oigo desde ahí, pero no: 

Solo es un permanente eco de otras voces 

rebotando en tu caja de Schrödinger. 

Sin tú saber si eres o no.