29.11.17

Momento

Justamente estaba pensando eso que no quisieras imaginar y que he tratado tanto tiempo de no demostrar. Lastima que, como no sabes que lo estuve pensando, y tampoco te diré que lo hice, simplemente para ti será un pequeño momento más de silencio entre nosotros

28.7.17

Ajedrez

Y estoy en jaque otra vez. Pronto el juego acabará y habrá que comenzar una nueva partida. Otra vez.

27.7.17

Ignorancia

En tiempos de frío es cuando más disfrutamos de la hoguera.
Ansiosos.
De que dore nuestros brazos pecadores, nuestra frente sinuosa.
Sonrientes.
Porque los demás no conocerán nuestro aquelarre.
Por hacer que parezcan ignorantes.
Leímos, rasgamos y quemamos la última página.
Y nadie supo nada.
Hizo frío.
La hoguera no fue nuestro final.

El Beso - Gustav Klimt (fragmento)

14.7.17

Amnesia temporal

Siempre he sido malo para recordar nombres.
Y el tuyo antes no era el mismo.
Eras, tú entera, otra.
De cuyo nombre, obviamente, no me acuerdo.
Y yo también me sentía diferente.
Otro personaje de nebuloso nombre.
Aunque sí recuerdo bien mi chaquetón negro.
Y mis intentos de buscar dónde estaba el límite.
Pero esta historia se trata de ti.
Eras, tú entera, otra.
Filosa fuente de agua turbia.
Flecha delgada de complicidad y silencio.
Decidiendo si disfrutar o sufrir tu propio lanzamiento.
Solo te ví antes, un día, sentada.
Con la soledad gritándote por fuera.
Y tu legión de inquietudes batallando ahí dentro.
En eso estabas cuando te ví.
Y en eso estabas cuando me viste.
Éramos paralelas unidas en el horizonte.
Dupla de recuerdos heridos de vidas anteriores.
Par de novelas de géneros distintos.
Pero adaptamos el guión para narrarnos una historia.
Nos gustó volar con alas de pingüino.
E inventar rascacielos de botellas e ilusiones.
Luego nos fuimos, cada uno por su lado.
Al día siguiente, o quizás después de unos años.
Nos reencontramos, nos reencantamos y nos rememoramos.
Y olvidamos otra vez nuestros nombres.
Debimos habernos bautizado ese día.
Ahora estamos aquí. Los dos y todos los que fuimos. De a pares
Verborrea y Plutonio. Añil y Estetoscopio. Algarrobo e Insomnio. Mol y Ventana. Plasticina y Parábola. Acrópolis y Sandía.
No sé.
Siempre he sido malo para recordar nombres.

El abrazo - Oswaldo Guayasamin

13.6.17

Opresión

En mi espalda quedan un par de alas atrofiadas que intentan huir de mí,
jugaron las cartas correctas pero perdieron la partida.

En mi pecho, la voluntad avanza con la locomotora apagada todo el tiempo.

Todo el tiempo.

El tiempo también ha escapado,
la paciencia,
la tolerancia,
y quedamos los dos:
este viejo de mierda
y sus alas ya sin fuerzas,
separados,
confrontados,
ambos.

2.3.17

Trueque

Deseaba que te admiraras bajo la luz de tu propio brillo, pero tu amanecer te encandiló, y giraste tus mejillas hacia la sombra. Quería que siguieras desatando con fuerza tu tempestad introspectiva, pero el nudo en la venda de tus ojos fue más fuerte.
Anhelaba que paseáramos en la noche, como dos pumas compartiendo sus furtividades, pero te cansaste antes que yo, te fuiste a la seguridad del día, y olvidé como era eso. Esperaba volver a oírte cantando, porque cantar en la ciudad es aventurarse a escalar la montaña, pero a gritos preferiste quedarte en la planicie.
El cielo hizo un boceto de nubes con tu nombre, hasta que llegó la borrasca.
Y empezaste a trocar, a la antigua, las vivientes estrellas por melancólicas postales, tu piel morena indestructible por la resistencia a la insulina, tus ganas de epopeya por un set de raices para quedarte inmóvil en tu suelo, tus preguntas sobre la existencia de la magia por el mullido sonido del televisor.
Y te seguí igual.
Dejé de enmarañar mis afluentes torrentosos y me quedé quieto, en calma, en un eterno día sin noche ni morenidad, sin felinadas, sin canciones ni tempestades.
Dejé de ser ese Ícaro que derritió al sol y nos hicimos lawanes. Y aún así preferiste estar conmigo, y yo escogí seguir contigo.
Imperecederos.