Mostrando las entradas con la etiqueta Sensaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sensaciones. Mostrar todas las entradas

4.3.25

Terquedad

Te dejé ir 

Casi morí 

Pero viví  

Creí 

Hice 

Tuve 

Amé 

Luché   

Cambié  

Confié 

Sentí 

Fuí  

Pero acá este vacío se puso tonto 

Sigue esperando a los pies de tu alma 

28.2.25

Irreconocimiento

No me puedes definir

Aunque crees conocerme más que nadie
Mi iridiscencia te sonó a fierros chocando
Y callé para que hablaras con tu espejo
Al fin y al cabo eras feliz escuchándote

Guardé mis relámpagos en el cuello
Inflé mis mejillas para no lanzar torbellinos
Apagué la oscuridad para no encandilarte
Guarde en la hielera el ardor emborrachado
Así fue que solo viste arreboles dosificados
Ramas florecientes del bonsái
Locura metodológica

Pero no viste mis dudas refulgentes
Mis esperanzas saltando sobre el fogón
Y mis sueños recorriendo marejadas

Nunca te quemaste conmigo
Ni te diluiste con mis volcanes
Aunque crees conocerme
Cuando intentes definirme
Verás que solo supiste
De piel, sangre y huesos
Para ti fui un buen tipo
Gasolina sin chispa
La cara correcta
De lo inexpugnable
Desierto mudo y suave
Que calentaba cuando no podía arder

Es mejor así
Quédate con mi reflejo en tu cabeza
No preguntes sobre lo salvaje
Sobre el color indómito de mis ojos
O las tormentas en mis sienes oceánicas
Confórmate con los ecos de todo esto

Es tarde
Ya no te sirve averiguar
Sobre la vastedad que existe
Detrás del cerco que conociste en mí

16.2.25

Cansancio

A veces se hace preciso
Que no me pidan una mano o una oreja
Sino un empujón a lo desconocido
Conversaciones de libros escondidos
Hacernos spoilers de las vidas nuestras
Animarnos a mirar lo profundo sin miedo
Dejar de aprender por estar enseñando
Temerle más al sofá y al tedio
Compartir la urgencia del entusiasmo
Y las ganas explosivas de no permanecer
para siempre en círculos caminando

Quizás sea necesario
Que me contagien de claustrofobia
para salir a vivir más seguido
Ponernos sal y limón en las heridas 
para sentirlas, sufrirlas y seguir adelante
Que nos lancemos de boca al vacío
porque es la única manera de volar
Que me hagas sentir, por una vez, llevado
a leer geoglifos en tu pecho amazónico
Se hace preciso dejar de guiar
Tener alguien a quien admirar

5.2.25

Albedrío

Te fuiste pero no te vas,  

te quedas pero no estuviste. 

Tu vacío te precedió 

antes de ver tu desnudez verdadera,  

la de adentro,  

la de tu olvido aparentando desamor. 

Y acá afuera estoy aprendiendo a extrañar,  

esperando que te desvanezcas  

antes que un "te necesito" mío  

te golpee directo en el rostro. 

El tiempo olvida así que lo detuve, 

así puedes llorarme a lo ojos siempre y ahora. 

Tus días sin amor, sin calor de piel, 

que para mí sí fueron ardor y cariño. 

Pero tú, ignorante, no podrás darte cuenta 

de esta pequeña supernova que llevo dentro 

Te destrozaría si la miras a los ojos 

¿Tu me juzgas?  

Mírate. 

Tanto albedrío como un mosquito. 

Te dejé mirar acá adentro  

sin que te dieras cuenta, 

porque aún cuando no cierras los ojos, 

te enfrentas a ese vacío sin fe 

que tienes cuando se apagan los ruidos. 

Tampoco soy mucho mejor. 

Por cobarde,

Te dejé hurgar en mis dolores sin gritar. 

Callado por no evitarte, victimaria. 

Acabé entre los tallos del pantano. 

Te oigo desde ahí, pero no: 

Solo es un permanente eco de otras voces 

rebotando en tu caja de Schrödinger. 

Sin tú saber si eres o no. 

16.5.24

Hambre

Aquí en la noche meciéndome el hambre.

Pero no hambre de comida.
Hambre como el hambre que siente el animal
enjaulado esperando por su ración del día.

10.6.21

Tiempo

Cuenteándonos,
como García Márquez,
sabemos el final desde el principio.
Saboreamos la derrota antes de empezar.
Condenados al tiempo. Predestinados
a vivir esperando la antología descarriada,
pulverizando certezas en la inmensidad
de un tiempo que desconocemos.


Sabemos que somos solo un chiste corto,
una interjección imperceptible que cae
a la conciencia de movimiento.
Sabemos el final desde el principio.
Tenemos el tiempo atrapado entre las manos,
pero se esfuma como si fuera de otra dimensión.
Está desfalleciente y
nosotros resignados a no mesurarlo.
A no lograr la resurrección.

Así vivimos, existimos y nos quedamos
sin poder tomar cada segundo y retorcerlo,
sin alcanzar lo que no nos es posible.
Mientras tanto,
construimos tronos para mirar
nuestra condena desde bien arriba,
permaneciendo un ratito entre el cambio,
entre transcurrires diferentes donde
quizás alguna vez pudimos coincidir.

Nos movemos apurados.
Predestinados. Nos levantamos a las 5:30
para esperar barcos creyendo que llegan
o creyendo que zarpan. Mientras
al otro lado del Estigia alguien ríe,
burlándose de nosotros.
Temporales.
Finitos.
Entes.

3.8.20

Pale blue dot

¿A quién le contarás
Tus fabulosos recorridos por el mundo?
¿Con quién compartirás
Las lentejuelas de tu vida glamorosa?
¿Con quién celebrarás
Cada año tu día mundial del Rock?
Déjame decirte
–Y más te vale que me leas esta vez–
que Sagan tenía razón:
Toda esta tremenda distancia 
fue solo un pálido punto azul.

Pero los párpados siempre lo supieron,
se cerraron el tiempo justo para borrar,
para abrirse y enmarcar todo de nuevo.
Un parpadeo puede durar una vida.

Logré encandilarme con tu complicidad
hasta hacerme utilero de tus intenciones,
hasta fundirnos en fricciones metálicas.
Pudiste recorrer tu superficie con mi voz
y, como perfumista, ir probando 
cada una de mis fórmulas
Nos gritamos un presente, un futuro.
Tuvimos tomado al destino por el cuello.

Hasta que abrimos los ojos.

Y desde acá de nuevo pregunto, rosa insolente
¿Ahora a quién le importan tus pétalos desprendidos?
¿Quién se entrega a tu universo pretérito?
Lástima que todo esto 
–y te lo digo leyéndote a los ojos–
No haya sido más que un parpadeo,
una mala broma del espacio-tiempo.
No fue más que un pálido punto azul.

La Tierra - Fotografía del Voyager 1 a 6.000 millones de kilómetros

31.7.20

Vente

Vente aquí, conmigo
Y dejaré de negociar con los recuerdos.
Solo me quedaré con tu presente.

Vente solo una vez más
Y te prometo escuchar tus historias una por una,
Letra por letra, leerte sin apuro.

Si te vienes acá, aunque sea una sola vez
Te advierto que no bajes la guardia.
Puede que no salgas de mi vida de nuevo.

Porque si un día te abro mi puerta y te encuentro
Sabré tus intenciones con tan solo verte.
Te revolveré en tifones, huracanes, tornados y trombas.
Me tendrás buscando lo que el tiempo ha dejado.

Así que vente
Y podré cerrar las puertas que abrí mientras te esperaba.

Amantes en rojo  - Nicoletta Tomas Caravia


30.7.20

Expectativa

Aún espero con la fe de los que suben al patíbulo.

Paisaje y Patíbulo - Autor anónimo

24.3.20

Silencio

Una tormenta contenida,
un dolor aplastado,
una lágrima censurada,
el vértigo que produce estar al borde
y no poder dar el paso.
El si-lencio,
el no-grito.
El peso de la inteligencia
domada por la razón.

El grito - Edvard Munch


5.6.19

XXIX+

Caminante, siempre es bueno
caminar de orilla al mar;
notar que hasta tus pisadas
en el agua se ahogarán.
Caminante ¿No lo notas?
Al volver la vista atrás
te das cuenta de que nada
ha quedado como está.
Caminante, no hay camino
Solo huellas que borrar.

Caminante, no hay camino,
Ni lo hubo ni lo habrá.

El caminante sobre el mar de nubes - Caspar David Friedrich

19.12.18

Predilección

Me gusta tu raciocinio maldito e insolente
Multiorgásmica de ideas
Ajedrecista sobre tus tacones

Me gusta tu pasión al borde del risco
Que signifiques todo con tus manos
Me gusta tu emoción amaneciente

Me gusta esa voluntad acorazada
Tu convicción sublime y hermética
Que mi entrada cueste la razón

Me gustas tú ahí y yo contigo
Todo lo demás no importa más
Que esta banda sonora de nuestra vida

El vértigo de Eros - Roberto Matta

22.6.18

¿Cuánto queda de nuestros sueños?

La entrada del blog se encuentra vacía.

20.1.18

Esperanza

Nunca volviste por mí, destino
Y que conste que te esperé
Me quedé perenne, sentadito con la maternal esperanza arropándome
En el dintel de la puerta
Viví con mi ventana sin seguro
Dormí con dos veladores y bebí con dos copas
Allí estuve, donde siempre
Detuve mi tiempo
Lo suficiente como para que siempre fuese un ahora

Pero no volviste por mí, destino
Y por dios que te esperé
Encontré en la música lo que no pude contarte
Y ya no lloro, porque me sequé de intentos
Y ya no grito, porque me desgarré el alma
de tanto llamarte
Soñé con encontrarte en alguna esquina, frente a frente
Para cantarte a la cara todo lo que siento
Eso quise. Eso fue lo que más quiero

No volviste por mí, destino
Y aun me arde tanto tu idiotez
Que aprendí a resistir, a no buscarte
No nombrarte cuando aun volteo nervioso a cada esquina

Nunca volviste por mí, destino
Pero, solo por si acaso, aun tengo puesta una copa extra para ti

29.11.17

Momento

Justamente estaba pensando eso que no quisieras imaginar y que he tratado tanto tiempo de no demostrar. Lastima que, como no sabes que lo estuve pensando, y tampoco te diré que lo hice, simplemente para ti será un pequeño momento más de silencio entre nosotros

27.7.17

Ignorancia

En tiempos de frío es cuando más disfrutamos de la hoguera.
Ansiosos.
De que dore nuestros brazos pecadores, nuestra frente sinuosa.
Sonrientes.
Porque los demás no conocerán nuestro aquelarre.
Por hacer que parezcan ignorantes.
Leímos, rasgamos y quemamos la última página.
Y nadie supo nada.
Hizo frío.
La hoguera no fue nuestro final.

El Beso - Gustav Klimt (fragmento)

14.7.17

Amnesia temporal

Siempre he sido malo para recordar nombres.
Y el tuyo antes no era el mismo.
Eras, tú entera, otra.
De cuyo nombre, obviamente, no me acuerdo.
Y yo también me sentía diferente.
Otro personaje de nebuloso nombre.
Aunque sí recuerdo bien mi chaquetón negro.
Y mis intentos de buscar dónde estaba el límite.
Pero esta historia se trata de ti.
Eras, tú entera, otra.
Filosa fuente de agua turbia.
Flecha delgada de complicidad y silencio.
Decidiendo si disfrutar o sufrir tu propio lanzamiento.
Solo te ví antes, un día, sentada.
Con la soledad gritándote por fuera.
Y tu legión de inquietudes batallando ahí dentro.
En eso estabas cuando te ví.
Y en eso estabas cuando me viste.
Éramos paralelas unidas en el horizonte.
Dupla de recuerdos heridos de vidas anteriores.
Par de novelas de géneros distintos.
Pero adaptamos el guión para narrarnos una historia.
Nos gustó volar con alas de pingüino.
E inventar rascacielos de botellas e ilusiones.
Luego nos fuimos, cada uno por su lado.
Al día siguiente, o quizás después de unos años.
Nos reencontramos, nos reencantamos y nos rememoramos.
Y olvidamos otra vez nuestros nombres.
Debimos habernos bautizado ese día.
Ahora estamos aquí. Los dos y todos los que fuimos. De a pares
Verborrea y Plutonio. Añil y Estetoscopio. Algarrobo e Insomnio. Mol y Ventana. Plasticina y Parábola. Acrópolis y Sandía.
No sé.
Siempre he sido malo para recordar nombres.

El abrazo - Oswaldo Guayasamin

13.6.17

Opresión

En mi espalda quedan un par de alas atrofiadas que intentan huir de mí,
jugaron las cartas correctas pero perdieron la partida.

En mi pecho, la voluntad avanza con la locomotora apagada todo el tiempo.

Todo el tiempo.

El tiempo también ha escapado,
la paciencia,
la tolerancia,
y quedamos los dos:
este viejo de mierda
y sus alas ya sin fuerzas,
separados,
confrontados,
ambos.

11.5.12

Valentía

Para mirar las estrellas hay que cubrirse de oscuridad.


La noche estrellada - Vincent Van Gogh

15.3.12

Abandono

Quisiera escribir más sobre celestes, blancos y verdes primaverales,
pero mi tiralíneas es sometido por la dadivosa noche
y por el amanecer trasnochado de tanto no vivir
(Enciende mi luz, por favor).

Mis relojes se han detenido en un horario no apto para niños
ni para enamorados que se dedican canciones,
y desde la comodidad de mi cama me paro a no ver qué pasa afuera
(Enciende mi luz, por favor).

He dejado mis recuerdos más queridos de lado.
Mis más queridos me han dejado de lado.
Solo resta dormir y soñar con escribir sobre celestes
(Apágala, apágala, apágala).