Noche
De tanto nadar entre tu saliva hiriente y mis lágrimas
mis músculos se hicieron indolentes
y espero quieto a que la noche regrese
así, tan fresca y quieta
o tan fría y oscura.
Versos lanzados al vacío desde la cima de la ciudad
De tanto nadar entre tu saliva hiriente y mis lágrimas
mis músculos se hicieron indolentes
y espero quieto a que la noche regrese
así, tan fresca y quieta
o tan fría y oscura.
Derramado por
X-Tian
a las
8:00 a.m.
Etis: Armatostes
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